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Las pintadas en las paredes son tan antiguas como la escritura y lo que evidenciaban eran dos cosas que alguien disidente habi­a aprendido a usar una herramienta que sólo perteneci­a a una elite y que los grupos disidentes siempre van un paso por detrás de la capacidad de innovar y generar herramientas de control por parte del poder. Claro, que estamos hablando de tiempos remotos, pero ya compartén el problema de como hacer conocida una versión diferente a la oficial de aquello que quizá ya era vox populi.

La okupación ya contaba desde hace muchos años de un amplio movimiento fanzinista que con los medios que tenia, a golpe de tijera a una revista y una barra de pegamento, daba a conocer alternativas como la okupación, como sobrevivir en una casa o que la poli no se te coma, y que conozcas como minimo tus derechos legales, todo mezclado con como montar un taller de serigrafi­a en la nueva casa, o como hacer una sabrosa dieta vegana para celebrarlo.

Claro, la tradición de este pai­s no permiti­a que se mantuviera a salvo las infraestructuras de contrainformación como pasaba en Italia. El Dictador "Paco", acabó con cualquier imprenta por infantil que fuese y ya de paso con los que la usaban, y si alguien le caia mal a algún familiar, pues también pasaba por un juicio sumari­simo con ejecución final. Por eso, muchas de las cosas han tenido que esperar a que la dictadura se reconvirtiera para poder empezar a "rular". De todas maneras, sin tradición inmediata y nada más, también empezaron a aparecer las primeras radios libres. Eran aquellas que las personas que las integraban no querÃén quedarse con la lengua toda cortada por habérsela tenido que morder, porque a algún patrocinador no le gustaban las opiniones de tal o cual comentarista, y por lo tanto aprendieron a sobrevivir con un micrófono que solo funcionaba si estaba a 43,5 grados de inclinación mirando al sur o una mesa de mezclas que se aguanta toda montada gracias a la inestimable presión que ejerce un juguete de preescolar que alguien olvidó allá­.

Mientras la okupación se estaba afianzando en esta ciudad, y necesitaba de órganos de expresión propios con el objetivo de darse a conocer, de coordinarse los que que ya se conocen y porque no, de emocionarse viéndose identificados en la noticia que hecho alguno y no la sombra de aquello que va a llegar a entender un periodista precario que no tenía ni tiempo ni ganas, y que al fin y al cabo era para una noticia escueta en la parte del cajón desastre del periódico. Y es asi como nació el infousurpa y mas tarde el contrainfos, y rápidamente se convirtieron en un simbolo de la okupación en esta ciudad, tanto por el esfuerzo dedicado, como por la gente que lo escribi­a, que hablaba en muchas ocasiones en primera persona.

Una vez más sacando la lengua para seguir los tiempos que tocan y viniendo de las movilizaciones antiglobalización nació barcelona indymedia. También muchas otras, pero indymedia proporcionaba una herramienta desde la que se podi­a publicar inmediatamente noticias que se necesitaba que recorriesen la ciudad rápidamente, el aviso de un desalojo, matones asaltando una casa o una convocatoria de urgencia que alguien olvidó decir que publicasen en el infousurpa. Mas allá de esto, internet facilitó la búsqueda de datos para poder ofrecer una información más contrastada.

Entre todo esto las rotativas se fueron multiplicando y quedaba lugar por producir más diarios, que al capital si pagas tanto le da, y asi aparecieron diferentes experiencias que con formatos mas serios e investigativos, se han ido afianzando hasta nuestros dias, la Burxa en el barrio de Sants, o el Massala en Ciutat Vella han profundizado en temas que el espacio de diarios murales no permit­ia.

Aun cuando muchos de estos elementos no son herramientas de la okupación, es debido a que la okupación en realidad sólo es una herramienta y las infraestructuras de algunas de ellas se encuentran en casas okupadas o las personas que participan, frecuentan estos espacios o directamente viven. Y es que al final cuando sacan una noticia de okupación suele ser un triste desalojo ya que lo positivo que nos da la okupación es lo que se hace a partir de ella y no la "K".

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