COMUNICADO

COMUNICADO DEL E.L.I. Clandestina

El 4 de mayo de 2015, Sareb nos demandó y llamó a juicio por la okupación de La clandestina. Gracias a las muestras de apoyo, las acciones de solidaridad y la actuación de nuestro abogado pudimos parar el juicio civil. Ahora, un año más tarde, nos enfrentamos a un nuevo procedimiento civil con fecha de juicio el 18 de enero a las 11.15h. La parte demandante exige una caución de 4.000 € a las identificadas para imposibilitar la entrada de las mismas en el juicio.
Queremos que le quede claro a las instituciones, a la Sareb, a la jueza/juez y al bufet de abogados Vallés Arbòs (en el cual trabaja el apoderado de la Sareb Jordi Vallés Fontanals y su hermano Marc, abogado demandante) que el inmueble que pertenecía a Sareb era el vacio, el gris, el triste, el abandonado, el que estaba en desuso. El espacio actual, lleno de amor, de color, de actividades, debates, alternativas, es La Clandestina, y pertenece a todas aquellas que lo utilizan y disfrutan, a todas aquellas que se hacen preguntas y no creen en la política institucional, a las que día a día hacen más grande y más fuerte el espacio.
Por todo ello, por las actividades que en La Clande se realizan y por los colectivos que forman parte de ella, continuamos la campaña de solidaridad que empezados hace dos años. Llamamos a todas las personas que creen en los espacios liberados, autogestionados y de co-aprendizaje a hacer suya esta resistencia y defender el proyecto de la manera que más a gusto le haga sentir.

Entendemos que este proceso no es un ataque focalizado hacia este espacio si no a una manera de funcionar, creer y sentir. No nos sorprenden ni escandalizan las herramientas que usan para defender la sagrada propiedad privada, esperamos entonces, no les sorprendan las nuestras: desobediencia, resistencia y apoyo mutuo. No será una figura de autoridad, por legítima que la vendan, la que nos conceda el derecho a existir y a expresarnos acorde a nuestro parecer. No queremos ser tolerados ni tutelados. No vamos a pedir perdón ni permiso.
Ellos son la representación de todo contra lo que luchamos.

No nos dejan entrar en el juicio.
Pues bien, nosotras no necesitamos entrar en un juzgado para defender nuestro espacio ni nuestros ideales. No vamos a pagar la entrada para ser espectadores pasivos de su espectáculo.

Nos vemos en las calles.

Salud y rebeldía